En ocasiones nos encontramos ornamentos deteriorados, unos más otros menos. A veces es posible realizar una restauración del ornamento para volver al uso litúrgico. Otras veces simplemente por conservar un patrimonio de mayor o menor valor que puede pasar a formar parte de un pequeño museo parroquial.

ETAPAS QUE SEGUIMOS EN A&M PARA LA RECUPERACIÓN DE UN ORNAMENTO:
- Limpieza: Si el tejido está bien conservado es posible su limpieza. Si va a ser utilizado de nuevo en la liturgia es el primer paso a dar para la futura recuperación.
- Descoser la prenda: En ocasiones es necesario descoser todo el ornamento y en otras parcialmente. Esto suele depender de la respuesta de los tejidos a la limpieza.
- Elección de materiales a utilizar: Según se encuentre el tejido original suele ocurrir que hay que zurcirlo, este trabajo lo hacemos a máquina y lo mismo sucede si hay que recuperar algún bordado o dibujo de la tela. En ocasiones es necesario reemplazar un galón, un fleco o algún fragmento de tela rota o gastada, en este caso siempre que es posible utilizamos los materiales de la misma época y envejecimiento del original. La entretela se reemplaza usualmente y el forro siempre, ambos por materiales nuevos.
- Rehacer el ornamento: Para el montaje del ornamento seguimos los pasos de la confección tradicional, como hacemos con todos nuestros ornamentos.
EL COSTE DE LA RESTAURACIÓN DE UN ORNAMENTO:
Es muy variable y depende sobre todo del estado original en que se encuentre y de los materiales que se deben reemplazar.
¿CUÁNDO COMPENSA RESTAURAR UN ORNAMENTO?
- Cuando la tela es de buena calidad aunque necesite ser zurcida en alguna zona.
- Cuando la tela está en buen estado y sólo necesita ser limpiada y ser sustituido el forro.
- Cuando el ornamento tiene bordados bien conservados aunque la tela esté deteriorada.