La cruz lleva en sus extremos una frase tomada del Éxodo 12, 27: Este es el sacrificio de la Pascua del Señor.
Victima Paschae Domino est
Los tonos azules y blancos representan la pureza de la víctima que es ofrecida y los metalizados oro y plata, la realeza de la víctima que se ofreció a sí misma.
En la sencillez de este diseño recordamos la infinita simplicidad de Dios que es a la vez el que ofrece y recibe la víctima.
En el centro de la cruz, el Cordero Inmaculado, triunfante sobre la muerte y el pecado, entronizado sobre el libro de los siete sellos con absoluta humildad.